Las sin tierra, rompiendo el mito de la musa andaluza, ofrece un análisis íntimo de las vidas cotidianas de las trabajadoras del campo en un sector determinado, la producción de frutos rojos en la provincia de Huelva. Su trabajo es indispensable para comprender no solo qué papel juega Andalucía en el sistema mundo, sino cómo las trayectorias de personas esenciales para el sostén de la vida, han pasado desapercibidas en la historia hegemónica que se narra sobre las mujeres andaluzas y sobre las mujeres de otros territorios que habitan y enriquecen Andalucía. Al igual que ha ocurrido con organizaciones de mujeres en otros sectores en distintas épocas, de los que se rescatan algunos episodios, lo que de ellas se conoce a menudo pasa por ser un mero relato cargado de mitificación o historias tratadas como anecdóticas. Es por eso que en el imaginario colectivo impera un ideal de mujer andaluza que, al nombrarlo, hace que se activen una serie de dispositivos que tienen que ver con una cuestión exótica y mitificada, alejada del campo de lo político y de la agencia de las propias mujeres. A esto ha contribuido en gran medida una construcción cultural que se ha llevado a cabo desde las grandes artes y que eclipsa las voces de sus protagonistas. Conjugar cómo se ha creado el mito de la musa andaluza e indagar en algunas luchas lideradas por mujeres que se han desarrollado y que se desarrollan en el territorio, se presenta como una urgencia para cargar de significado un relato feminizado cargado de clichés y ausencias, que necesita ser revisitado. Para ello, se recurre de forma constante a un diálogo con la obra de Blas Infante, pues presenta unas nociones de vanguardia que hoy son estrategias más que necesarias para avanzar hacia un pensamiento crítico y un horizonte desmitificador.