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La arquitectura cobra vida a través del "arte material de la construcción" pero en general se considera un arte abstracto de diseño o de composición. La trayectoria de los arquitectos desde el "carpintero jefe" o el cantero hasta el diseñador independiente está marcada por una creciente separación entre el pensamiento y la acción, salpicada de intentos ocasionales (como el movimiento Arts and Crafts del siglo XIX) por nadar contracorriente.

El material es un elemento esencial del acto constructivo. Este libro propone un acercamiento desde lo material a la arquitectura realizada en España en los últimos años.

Cada capítulo está dedicado a un ingrediente básico del proceso arquitectónico y cuenta además con ejemplos de obras terminadas, seleccionadas bajo la condición de ser identificativos del uso de cada material; son edificios que no serían iguales si su material fundamental fuera otro.

Estructurado en cinco apartados: mineral (piedra y hormigón), orgánico (madera), tierra (cerámica), metalurgia (acero y vidrio) y sintético (plástico), incluye ejemplos arquitectónicos como el Museo del Agua (Lanjarón, Granada), el Centro Botín (Santander), el CaixaForum de Sevilla, el MUSAC (León) o el Estadio Wanda Metropolitano
(Madrid).

Jonás Bel y Rafael Trapiello, del colectivo Nophoto, han realizado los reportajes fotográficos.

A varias columnas. Papel satinado. Profusamente ilustrado con fotografías en color. Centros históricos. Centros urbanos. Periferias. Equipamientos. Nievas arquitecturas. Comunicaciones. Espacios. Profusamente ilustrado con fotografías en color. Tapa dura con sobrecubierta de editorial ilustrada.

Contenido: Casa Riehl. Monumento a Bismarck. Los "Cinco Proyectos". Casas Lange y Esters. Pabellón de Barcelona. Seagram Building. Lafayette Park. Toronto Dominion Center. Mansión House Square con torre de oficinas...

Mucho más que hormigón: Arquitectura universitaria de la mano de un Premio Nacional

La obra recoge dos edificios diseñados por el arquitecto Miguel Fisac para la Ciudad Universitaria de Madrid, el Centro de Formación de Profesorado de Enseñanza Media y Profesional y el Centro de Cálculo Electrónico IBM. Estos edificios además del valor histórico y patrimonial, son propuestas experimentales testimoniales de los años 50 y 60, están diseñados y construidos por uno de los arquitectos españoles más premiados e importantes de ese periodo en España.

Miguel Fisac siempre ha partido de la máxima de que la arquitectura debe responder a las necesidades humanas y sus obras dejan constancia de ello. El Centro de Formación de Profesorado lo hace desde un cuestionamiento de la formalización de los espacios para la enseñanza y, el Centro de Calculo, desde la respuesta al innovador uso del ordenador IBM para la investigación y la experimentación.

El conjunto arquitectónico de Melilla es uno de los ejemplos más nítidos de cómo una ciudad puede trascenderse a sí misma, evadirse de sus propios complejos y traumas y proyectarse con fuerza hacia el futuro. Y todo de una forma tan aparentemente fácil como natural: mediante la belleza de sus edificios en un trazado urbano ideal para mostrar una arquitectura concebida para ser admirada. El libro tal y como puede verse persigue una doble finalidad. Debe hacer factible un doble acercamiento, el visual y el escrito, y posibilitar la lectura por parte del lector que desea disfrutar con la sencillez y evidencia de la belleza y el que pretenda saciar una curiosidad más racional y quiera adentrarse en los vericuetos explicativos de las razones y descripciones del fenómeno. Se trata pues de un libro que en todo y en cualquier momento permita el placer de un público muy dispar y de necesidades muy distintas. La secuencia de imágenes posee un esqueleto que no quiere quitarle flexibilidad, pero sí darle forma evitando que pudiera parecer un libro de fotos encajadas aleatoriamente. También hemos pretendido profundizar en tomas y situaciones que anteriormente habían sido poco contempladas en los estudios y por ello la cámara ha penetrado en vestíbulos y portales, nos ha mostrado cajas de escaleras ondulantes y pasamanos exóticos, así como elegantes interiores estucados o pintados. Hemos querido traspasar y cruzar la fachada, y comprender el interior de ese mundo ya desaparecido, pero que sigue existiendo en sus formas y ambientes. Por su parte, el texto pretende un recorrido fácil por los aspectos más formales de la arquitectura melillense. Explicar el trazado nos permite luego entender lo construido, lo que se eleva a partir del dibujo imaginario sobre el suelo. Posteriormente elegimos ir desvelando los diferentes estilos que han formado la Melilla de la primera mitad del siglo XX: Historicismos, Clasicismo, Modernismo, Eclecticismo, Art Déco y todas las variantes mestizas e intermedias que se quieran entre ellos. Para esta tarea hemos utilizado diferentes fragmentos de nuestra tesis doctoral, publicada parcialmente en 1996 y hace tiempo agotada, y que adaptamos y reescribimos junto a nuevas aportaciones, tanto de investigación como bibliográficas que han surgido posteriormente, aunque sin variar mucho el sentido de lo que ya defendíamos entonces. La obra nos permite entender de una vez por todas, sin tener que defender nada, una idea que hace tiempo nos parecía imposible pero que actualmente es una realidad incontestable: Melilla tiene uno de los conjuntos arquitectónicos más interesantes de España y hace real la cita de André Malraux: «Lo bello es aquello que es inteligible sin reflexión».

Dar respuesta a la necesidad de vivienda utilizando materiales naturales y locales en su mayoría con técnicas ancestrales, tiene no solo el objetivo de ofrecer a las familias la posibilidad de construir de manera fácil y económica, sino también el no impactar en su salud y en el ambiente.

Este trabajo, desarrollado en el ámbito de una investigación académica, se asume como experimental, planteando resolver problemas de orden social como es el acceso a la vivienda. Todo lo planteado no se somete a ningún tipo de compromiso o condicionante por parte de instituciones gubernamentales u órganos legislativos. Con esto queremos decir que lo planteado está, ante todo, en la respuesta a una necesidad básica, tal como la alimentación, la salud o la educación de una familia, pueblo o sociedad.

En los últimos años, el cruce con maestros albañiles, carpinteros, así como con autoconstructores, curiosos de la construcción, arquitectos, ingenieros, investigadores universitarios y alumnos, me llevaron a profundizar en el tema de la construcción con tierra y en su aplicación a técnicas y procesos de autoproducción de la vivienda, empezando por la importancia del proyecto y de la asistencia técnica en la obra.

Tras Jutaku y Nanotectura llega Movitectura, una colección que muestra la gran variedad de arquitecturas móviles que existen en el mundo. Una oda visual a la vida en movimiento, Movitectura es un homenaje a dicha vida en movimiento. Más de 300 estructuras: desde modelos extravagantes a prácticos, de los rústicos a los lujosos. Aquí encontrarás casas en barcos, caravanas, cabañas, refugios, estructuras portátiles y prototipos futuristas. El libro muestra un proyecto por página con fotografía, datos técnicos, texto explicativo y un sistema de iconos que indican el número de personas que ocupan la estructura, el modo de movilidad (skis, bicicleta, moto, camión, coche, burro, carrito de la compra, pedales, trineo).

Un contundente manifiesto visual con algunos de los edificios más extraordinarios e influyentes del brutalismo de todos los tiempos.

El volumen se ha concebido como una memoria gráfica del proceso arquitectónico desarrollado por el equipo de arquitectos integrado por David Fernández Zamora, Javier J. Díaz-Borrego Horcajo y Myriam Hurtado Ortiz. Se trata de un proyecto redactado en julio de 2003, iniciado materialmente en febrero de 2004 e inaugurado el 25 de julio de 2006 tras una inversión de 4,5 millones de euros por parte del Gobierno andaluz. El museo resultante, concebido con criterios modernos pero respetuosos con el enclave en el que se inserta, dentro de la misma finca donde se levanta la Casa-Museo de Blas Infante, cuenta con 1.440 metros cuadrados de superficie y se desarrolla prácticamente en una sola planta en la que se concentran una sala de exposición permanente, otra para las temporales, una más de audiovisuales y una mediateca, entre otras dependencias. Aún así, el lugar está todavía pendiente de que se acometa el último hito constructivo que coronará la trilogía de espacios pensada para dotarle de contenido. Se trata del futuro Centro de Investigación de la Memoria Histórica de Andalucía, actualmente en proyecto y que constituirá un observatorio permanente desde el que escudriñar todos aquellos aspectos que han conformado la historia de Andalucía, desde los más pretéritos hasta los de memoria más reciente. Estructuralmente, no dará lugar a un inmueble de nuevo cuño, sino que se aprovechará el Museo de la Autonomía para proceder a su ampliación, minimizando así el impacto visual que comportaría una nueva edificación en un entorno estrechamente fundido con la naturaleza.