El entorno de Lanjarón, desde el punto de vista botánico y geobotánico, es un ejemplo de concurrencia de condiciones ambientales cuya influencia da lugar al municipio más diverso y, muy probablemente, más rico en especies vegetales de toda la península Ibérica. La relación de los autores con el territorio comienza a finales de los años 70 con el estudio de la flora y la vegetación de la Alpujarra granadina. Comprobaron que el conocimiento y uso popular de las plantas se extinguía y decidieron recoger el conocimiento Etnobotánico de la población. Su relación con la facultad de Farmacia hizo que se centraran en las plantas con uso medicinal. Años después, el interés de Nítida Pastor y Joaquín Molero por este tipo de investigación ha sido la base de esta pequeña joya, historia viva de la Alpujarra. La recogida de plantas y el estudio en el laboratorio permitió su catalogación y comparación de usos en la geografía española. Se han recopilado 84 plantas medicinales que forman parte del acervo cultural ligado a la flora de Lanjarón. Junto a ellas, se acompaña información bibliográfica de los principios activos, otros uso populares y citas que complementan y corroboran su uso en la mayoría de las ocasiones.