Mammals

Esta pequeña pero densa guía de rastros está pensada para su comodidad de uso, por lo que se obvian rastros que requieren experiencia. También se centra en especies abundantes y en rastros fáciles de reconocer.

"Si difícil resulta observar mamíferos de mediano y gran tamaño en libertad no lo es menos en el caso de estos pequeños animales. Y de tener la fortuna de ver uno normalmente queda la duda de a que especie pertenece, por lo pequeño de su tamaño y lo, generalmente, fugaz de su visión semiocultos entre la hojarasca o la tupida vegetación. Y esto en el caso de tener un poco de experiencia y saber de su existencia, pues la mayoría de los ciudadanos ni imaginan la presencia de semejantes seres.
Así pues para saber que especies habitan una zona determinada hay que remitirse a otros métodos que no sean la observación directa: capturas (no es una labor que deban practicar los no iniciados, por el peligro que entraña manejar animales tan "frágiles", rastros, egagrópilas y excrementos de sus predadores.

Existen publicaciones, sobre estas metodologías mucho más concretas y extensas, por lo cual en este libro no nos extenderemos en exceso sobre estos temas, de consideraciones y metodología mucho más profundas que lo que encontraremos en las explicaciones de este libro.
Dentro del término micromamífero, están recogidas tanto especies de roedores como de insectívoros, todas caracterizadas por poseer un tamaño pequeño. Es un grupo que se formo en su momento, buscando mas la comodidad que otros asuntos concernientes a sistemática, ya que los limites de este grupo de animales son muy subjetivos. A su vez por cuestiones de método y sus requerimientos ambientales son excluidos también el grupo de los Quirópteros (Murciélagos). Los animales pertenecientes a este grupo de los micromamíferos, son por los insectívoros: el desmán, los topos y las musarañas quedando excluido el erizo y por los roedores: ratas, ratones, lirones y topillos, quedando excluidos la marmota y la ardilla."

Selección. Alojamiento. Alimentación. Salud. Cuidados. Aseo. Crianza.

En la cima helada del mundo, la bahía de Hudson parece la hue­lla de una enorme pata en el torso del continente. Aquí, por el frágil corazón del Ártico, camina cada día Nanuq, una osa po­lar de entre los seis mil ejemplares que aún recorren este territo­rio de hielo y nieve. Durante milenios, sus antepasados han vagado por este mundo, que ahora está cambiando demasiado rápido: por un lado, se ha extraído y vertido petróleo; por otro, con el aumento de las temperaturas globales, el hielo marino que Nanuq y sus crías necesitan para cazar desaparece cada vez más rápido.

Éste es el gélido e inestable paisaje que se describe en este libro. Su autor, James Raffan, comenzó su carrera como biólogo investigando con osos polares en cautividad (a los que iba viendo perder poco a poco la razón...), pero muy pronto decidió renun­ciar a todo trabajo de laboratorio y ha pasado las últimas cuatro décadas conviviendo con las comunidades nativas del Ártico y con osos salvajes, convencido de que la investigación científica debe complementarse con el saber ancestral de la humanidad. Y desde esta perspectiva ha escrito Ice Walker: con una prosa exacta y bella, casi propia de un equilibrista, con la que consigue trasladar sus inmensos conocimientos sobre el Ártico a una historia fascinante. Gracias a su relato interiorizamos este lugar extremo a través de la experiencia de una osa (las sensaciones precisas que se registran en el interior de una osera, las percepciones implacables que se afrontan en la caza, el vínculo que une a una madre y sus crías...), pero sin antropomorfizar nunca a su protagonista y respetando siempre su propia naturaleza salvaje. Magistral desde un punto de vista narrativo, vívido en cada párrafo y por momentos inquie­tante, Ice Walker es una obra única en el ámbito de la no ficción creativa y una llamada a la acción absolutamente necesaria para garantizar un futuro compartido por osos y humanos.

En este libro se resumen todos los conocimientos publicados en Euroa, Asia y África, sobre un mamífero que presenta una de las mayuores áreas de distribución mundiales. Se proponen al lector varias "sendas" para que camine, según sus apetencias, por la genealogía, la fisiología, la biología y la vida cotidiana del jabalí... Otros "caminos de travesía" prolongan el aspecto puramente naturalista: protección, observación, lo imaginario... Ilustrada con magníficas fotografías, esta obra constituye una monografía exhaustiva del jabalí. Contiene una síntesis, especialmente adaptada a la Península Ibérica, de los conocimientos actuales sobre el jabalí en sus distintos aspectos.

Jane Goodall confió en la intuición, en la paciencia y en todo lo aprendido de sus observaciones de campo para tambalear los cimientos de la ciencia. "Ahora tendremos que redefinir lo que es una herramienta, lo que es el hombre o aceptar que los chimpancés son humanos", afirmó su mentor Louis Leakey. Gracias a sus descubrimientos, las personas nos vimos ante un espejo nuevo. Tras sesenta años estudiando a los primates, Goodall descubrió que su don era la palabra y que podía utilizarla en convencernos de la necesidad de luchar por los ecosistemas del planeta. Desde que dejó África, viaja 300 días al año para difundir mensajes de amor a la naturaleza Pionera en el estudio de los chimpancés

La huella del lobo está impresa en la memoria colectiva y en el territorio en ambas vertientes de la cordillera Cantábrica. Se hace presente en el arte, en la recreación simbólica, en la tradición oral y el folklore, en la lucha cotidiana por la vida entre los habitantes del campo; su evocación atesora dilatados anecdotarios, e incluso ha gestado parte de la medicina popular. Su presencia ha despertado todo tipo de emociones e impulsos imaginables en las gentes, y su caza y control ha devenido en armas y leyes, y en construcciones que añaden connotaciones míticas a nuestros paisajes. Hay, en fin, algo de lobo entre nosotros y de humano entre los lobos.
Mantener el legado antropológico del lobo en nuestros territorios fortalece y preserva parte de nuestro bagaje identitario, de igual modo que el mantenimiento de su presencia en nuestras montañas valoriza un patrimonio biológico y cultural que no podemos permitirnos perder.

Redactado en la década de 1980 en torno a las observaciones realizadas por Frans de Waal en la colonia de chimpancés instalada al aire libre del Zoo de Arnhem (Países Bajos), La política de los chimpancés conoció un éxito inmediato y extraordinario. En la crónica de la vida diaria de esta comunidad, con sus conflictos y sus armonías, sus rivalidades sexuales, las sorprendentes estrategias -basadas en alianzas y coaliciones- que los simios utilizan para disputarse el poder y para manipular a los demás, pero también las amistades y reconciliaciones (más o menos interesadas) que mantienen unido al grupo, se ve aflorar la inteligencia de unos animales que, con razón, son considerados nuestros parientes más cercanos, a la vez que se comprueba, como afirma el autor, que las raíces de la política parecen más antiguas que la humanidad. La presente edición corresponde a la publicada con motivo del 25 aniversario de la original (1982) y reúne todas las actualizaciones efectuadas en la obra desde entonces, con un prefacio del autor escrito para la ocasión, así como un nuevo epílogo.

Una obra en la que el autor, Antonio Herrero, relata sus experiencias vividas observando y fotografiando al lobo ibérico.
Esta apasionante obra consta de dos partes fundamentales que engloban el grueso del trabajo de Antonio con los lobos: una que abarca los encuentros con cuatro de las manadas que mejor conoce de la sierra de la Culebra, tras su seguimiento en los últimos 25 años; y una segunda parte que plasma el fruto de los últimos seis años de seguimiento a uno de los recientes clanes llegados a la sierra de Guadarrama, el que bautizó como La Quinta Manada y que da título al libro.

Hace tal vez un millón de años que los primeros homínidos llegaron a Eurasia y comenzaron su coexistencia con el lobo. Un periodo largo y complicado, pero reconozcamos que fructífero. Durante siglos y siglos, hombres y lobos han peleado por las mismas presas y han sido mutuamente víctimas los unos de los otros. Pero, también, hace apenas unos milenios, el hombre domesticó al lobo, y ha utilizado a los primos carnales de éste, los perros, en su inmediato provecho, y no pocas veces en contra de sus propios ancestros salvajes. Durante muchísimo tiempo, por tanto, hombres y lobos han vivido juntos y sufrido de parecidos problemas, ya que en una naturaleza difícil ambos eran, básicamente, cazadores y recolectores, y además estaban organizados socialmente. Más tarde, el primero comenzó a domeñar al mundo natural, y ello supuso que una parte de los segundos cambiara de bando. Había aparecido el perro, lobo en el mundo de los humanos. Esa relación del hombre ganadero y sus perros contra el lobo depredador también ha durado siglos, y si en algunas partes ha desaparecido lo ha hecho porque el lobo ha sido por completo eliminado.