"El libro que os presento hoy se os entrega para que sea juzgado, reconocido o rebatido, todo sea siempre en pro de la verdad histórica, pero os adelanto ya que ha sido escrito con honradez, sin partidismos aunque alguien quiera pensar lo contrario conocedor de mi trayectoria y posicionamiento político, intentando siempre como imperativo incuestionable de cualquier historiador que se precie alcanzar el reflejo más fidedigno a los hechos que se pretenden narrar. La obra se basa principalmente en los datos aportados por los testimonios de todas aquellas personas que tuvieron a bien charlar con nosostros, y cuando digo nosotros quiero agradecer la ayuda desinteresada y el impulso de última hora que Amparo Raposo y Deogracia Caro aportaron. Además de los recuerdos de incalculable valor que pudimos recoger en el trabajo de campo realizado casa a casa o por contacto telefónico se complementó con el rastreo de la documentación al respecto, escasa por cierto, de nuestro archivo municipal y del Juzgado local. Algunos hilos de la investigación conducen al Archivo Histórico Provincial de Cádiz, allí es posible que descansen las respuestas a algunas de las interrogantes que continúan abiertas, estoy seguro que es así. Pero cuando hubo que escoger entre invertir el tiempo disponible entre hablar con los cada vez menos sobrevivientes a aquella tragedia o dirigir mis pasos hacia el archivo gaditano opté por lo primero consciente de que el tiempo pasa inexorablemente para todos pero con mayor gravedad si cabe para nuestros ancianos, los en otro tiempo niños y jóvenes de 1936, en cambio los papeles del archivo provincial pienso que están a buen recaudo y que será posible su consulta en un futuro próximo. En cuanto al libro en sí hay que decir que he querido por esta vez dejar a un lado las frías estadísticas, los diagramas, las tablas explicativas y otras herramientas utilizadas por el historiador para poner de manifiesto sus conclusiones sobre tal o cual periodo sometido a su estudio. Creí más conveniente, por querer dirigir el libro principalmente a quienes no recibieron ninguna reparación por el daño que les causaron y a un público poco acostumbrado a consumir libros de temática histórica, creí más conveniente repito, intentar que su literatura fuese algo menos académica y un poco más humana, si es que podemos ver algo de humano en el periodo histórico analizado. Tan sólo un esquema relativo al itinerario seguido por las fuerzas del ejército invasoras de Trebujena y otro representando la planta del Centro Instructivo de Obreros del Campo, pero nada de cálculos estadísticos, me pareció más importante que cada lector extrajese sus propias conclusiones sin imponer yo las mías, aunque éstas se puedan entrever a lo largo del texto". El libro se estructura en una introducción más cinco capítulos y un pequeño epílogo.