¿Cuántos pacientes acuden a las consultas veterinarias con "bultos"? ¿Cómo diagnosticarlos correctamente? Sin duda, en este ámbito la citología se revela como una técnica de gran interés. Interés que se extiende y abarca un amplio abanico de posibilidades: hígado, bazo, aparato reproductor, nariz, lavados traqueales, superficie ocular, líquidos orgánicos... Extraer la mayor cantidad posible de información de una muestra citológica redundará positivamente en el manejo del paciente. Por ello no es extraño que el interés de los clínicos de pequeños animales por esta técnica diagnóstica se haya generalizado y obras como ésta se hagan imprescindibles para la consulta diaria, para la búsqueda de una imagen semejante a la que tenemos en el ocular de nuestro microscopio. El Atlas consta de un primer capítulo en el que se abordan los conceptos generales para iniciarse en la interpretación citológica: obtención de muestras, preparación de las extensiones, tinción, protocolo de interpretación... En el resto de capítulos se incluyen las masas cutáneas y subcutáneas, los ganglios linfáticos, el tracto digestivo, el bazo, el aparato reproductor, el aparato respiratorio, el tracto urinario, la superficie ocular, el conducto auditivo, los líquidos orgánicos, las células sanguíneas y la médula ósea.