Nos adentramos en este segundo volumen en el repaso de la prensa procesional durante un periodo apasionante de nuestra historia cofrade. Se produce en estos años una pequeña etapa dorada del fenómenos procesional con la reorganización de cuatro cofradías viejas y el estreno de multitud de nnantos, pasos y algunas imágenes de importancia, como la llegada de la Virgen del Traspaso, el misterio completo del Ecce-Homo o todas las imágenes de la hermandad del Prendimiento salvo el Señor. Esta época de esplendor trae aparejada la introducción de nuevas modas: los pasos de L. Meneses, hasta cuatro; los techos de palio pintados; el uso de luz eléctrica en las candelerías; o la contratación de famosas bandas de música con la publicación de sus repertorios incluido.
La primera referencia escrita a las Hermanas de Jesús Nazareno se encuentra también entre estas páginas, así como la confirmación de que la Piedad y la Expiración incorporaron mujeres entre sus filas de nazarenos.
Podemos encontrar, además, curiosidades como los pies que estrenó La Piedad en 1900, el incendio del convento de San José con las imágenes de la Veracruz dentro o la refundación del Desconsuelo en El Silencio. Todo esto mezclado con la compleja situación social de finales del XIX manifestada en la fuerte Crisis Obrera como producto de la sequía y la filoxera, el Asalto Campesino a la ciudad o la Guerra de Cuba.
Adéntrense en estas páginas porque les garantizo que se embarcarán en una auténtica máquina del tiempo que les llevará a una Semana Santa ya perdida pero de la que somos herederos,