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Una de las mayores preocupaciones en este inicio de siglo es el envejecimiento de la población. Lógicamente por el hecho demográfico, pero también por los cambios que surgen en los servicios sanitarios. Este hecho no es algo negativo sino que se considera debido a mejoras en sanidad, en investigación, en los hábitos de salud de las personas, y en el desarrollo de las sociedades. Hemos conseguido vivir más, ahora es importante conseguir mayor calidad de vida. Sería bueno poder retrasar el periodo de dependencia. Adoptando un estilo de vida saludable se retrasa la aparición de algunas de las enfermedades que ocasionan mayor carga asistencial hoy en día. La O.M.S. propone poner en marcha planes que favorezcan el envejecimiento activo. El individuo debe participar en cuidar su propia salud dentro de entornos saludables. Conocer cuál es el riesgo que tiene la población de hacerse dependiente, y cuantos de los factores en los que podemos influir se están cuidando, permitirían diseñar programas educativos en salud y actividades para mayores de 65 años. En base a todos estos datos se ha realizado este estudio.