La desinfección de suelos para contrlar las enfermedades y/o aumentar la producción se ha convertido en una práctica cultural más en determinados sistemas de manejo. Por primera vez aparecen, en la literatura especializada, estudios sistemáticos sobre la eficacia de fumigantes antiguos y de otros nuevos, nunca antes utilizados en los suelos cultivados. Las reiteradas evaluaciones, han propiciado datos muy fiables sobre el control de los patógenos y de las plantas adventicias competidoras de los cultivos. Pero, además, han puesto de manifiesto fenómenos de cansancio o fatiga de los suelos agrícolas donde el monocultivo practicado en los últimos 30 años aparece como la única posibilidad de beneficios satisfactorios.