Concluyendo el siglo XVII, un ganadero del Raso de Portillo, en Aldeamayor, fundó una ganadería brava y forjó cuatro hierros para marcar sus reses. Cada hierro recorrió un camino diferente. El símbolo Ô, marcado a fuego en la piel del ganado, tuvo diversas apreciaciones: donde unos veían una O, otros percibían un círculo y otros un corazón. Un caso único dentro del mundo de las ganaderías.
“Cuatro yerros con Ô” da sentido al hierro vigente de algunas ganaderías actuales. Demuestra que el origen del toro bravo se produjo en una dehesa de pastos salitrosos conocida como el Raso de Portillo. Da luz sobre el toro que mató a Pepe Illo. Precisa cómo y cuándo se produjeron las primeras tientas y aclara por qué unos toros muy bravos, marcados con un corazón, una Ô o un círculo, recorrieron antaño los cosos de todo el territorio nacional.
El secreto que guardan los cuatro hierros va a ser revelado y todo tendrá sentido.
Genealogía de un hierro de "El Raso de Portillo"