Este libro versa sobre la exposición en la que el artista plantea un recorrido inspirado en la famosa novela de Jan Potoki 'Manuscrito encontrado en Zaragoza' de 1804. Las obras se perciben como un paseo por el mundo de los distintos personajes del imaginario del artista. Las referencias a recursos propios del barroco son claras y logran un halo de misterio y cierta espiritualidad, la sensación de un tiempo detenido, un espacio atemporal y a la vez onírico, presente en todas sus representaciones.