En 1862, el pintor y dibujante Gustave Doré convence al barón Charles Davillier para emprender juntos un largo viaje por España. Davillier, que ha había visitado la Península Ibérica en varias ocasiones, era a la sazón un competente hispanista, interesado principalmente en la cerámica, materia en la que llegó a convertirse en el mayor experto europeo de la época. Doré, animado por Davillier, acariciaba ya la idea de realizar una edición ilustrada del Quijote en Francia (actualmente, quizá la más conocida de cuantas circulan por el mundo) y, durante el extenso periplo por España, tomó centenares de excelentes bocetos que ahora aparecen reproducidos en esta edición del Viaje por España. Davillier y Doré recorrieron en su travesía casi todo el país. Sus impresiones quedaron luego reunidos en un libro que apareción con el título "L`Espagna" en 1874 y los grabados se publicaron entre 1862 y 1873. El texto, además de descripciones geográficas y urbanas, incluye comentarios sobre folklore, artesanía, gastronomía, historia, política, etc, constituyendo el mejor manual posible sobre la España de fines del siglo XIX.