Sanchís Cortés es un poeta lirista de los pinceles y un maestro en retener el movimiento para luego plasmarlo con delicadeza sutil. Acapara el colorido fastuoso de alegres vivencias, como la fiesta nacional, y deja posteriormente la huella penetrante de lo vivido. Su obra comparte la vida taurina con otra costumbrista de la más rancia escuela, en la que el rasgo, la atmósfera, los personajes y la incidencia de la luz y del color resumen su aventura pictórica.