En este ejemplar se recogen numerosas fotografías de personas ligadas al mundo del flamenco, en donde Paco Sánchez nos invita a vislumbrar el quejío que se esconde en cada arruga de la piel, el vuelo que duerme en unos volantes que sestean, el compás que vaga por el silencio de la imagen... Nos ofrece ese paisaje acotado e interminable que es el rostro humano, personas que son, al fin y al cabo, la materia de la que está hecha el flamenco.