El conjunto arquitectónico de Melilla es uno de los ejemplos más nítidos de cómo una ciudad puede trascenderse a sí misma, evadirse de sus propios complejos y traumas y proyectarse con fuerza hacia el futuro. Y todo de una forma tan aparentemente fácil como natural: mediante la belleza de sus edificios en un trazado urbano ideal para mostrar una arquitectura concebida para ser admirada. El libro tal y como puede verse persigue una doble finalidad. Debe hacer factible un doble acercamiento, el visual y el escrito, y posibilitar la lectura por parte del lector que desea disfrutar con la sencillez y evidencia de la belleza y el que pretenda saciar una curiosidad más racional y quiera adentrarse en los vericuetos explicativos de las razones y descripciones del fenómeno. Se trata pues de un libro que en todo y en cualquier momento permita el placer de un público muy dispar y de necesidades muy distintas. La secuencia de imágenes posee un esqueleto que no quiere quitarle flexibilidad, pero sí darle forma evitando que pudiera parecer un libro de fotos encajadas aleatoriamente. También hemos pretendido profundizar en tomas y situaciones que anteriormente habían sido poco contempladas en los estudios y por ello la cámara ha penetrado en vestíbulos y portales, nos ha mostrado cajas de escaleras ondulantes y pasamanos exóticos, así como elegantes interiores estucados o pintados. Hemos querido traspasar y cruzar la fachada, y comprender el interior de ese mundo ya desaparecido, pero que sigue existiendo en sus formas y ambientes. Por su parte, el texto pretende un recorrido fácil por los aspectos más formales de la arquitectura melillense. Explicar el trazado nos permite luego entender lo construido, lo que se eleva a partir del dibujo imaginario sobre el suelo. Posteriormente elegimos ir desvelando los diferentes estilos que han formado la Melilla de la primera mitad del siglo XX: Historicismos, Clasicismo, Modernismo, Eclecticismo, Art Déco y todas las variantes mestizas e intermedias que se quieran entre ellos. Para esta tarea hemos utilizado diferentes fragmentos de nuestra tesis doctoral, publicada parcialmente en 1996 y hace tiempo agotada, y que adaptamos y reescribimos junto a nuevas aportaciones, tanto de investigación como bibliográficas que han surgido posteriormente, aunque sin variar mucho el sentido de lo que ya defendíamos entonces. La obra nos permite entender de una vez por todas, sin tener que defender nada, una idea que hace tiempo nos parecía imposible pero que actualmente es una realidad incontestable: Melilla tiene uno de los conjuntos arquitectónicos más interesantes de España y hace real la cita de André Malraux: «Lo bello es aquello que es inteligible sin reflexión».