Desde el mismo corazón del Renacimiento, nace este libro quinientos años después. Siguen las piedras, el arte, las calles y blasones, y también continúa la gastronomía popular de aquellos tiempos. Se recuerdan los cotos de caza, los vegetales que crecían en los bordes del camino, comida del pueblo, los festines de los Austria, la imaginación culinaria de los siervos..., y todo ello se recopila para que el lector pueda, con los ingresientes de hoy, preparar platos de rey y artesanos, de agricultores, ganaderos y comerciantes.