Tras la plaga de filoxera que asoló los viñedos malagueños a finales del siglo XIX, resurge con fuerza a finales del XX el cultivo de vides en la Serranía de Ronda, gracias al tesón y empeño de un grupo de viticultores. Hoy día, la elaboración de caldos de calidad ha supuesto un revulsivo tanto en el plano económico como en el turístico para Ronda. Por ello, veíamos necesario la elaboración de una guía que permitiera a los enoturistas conocer el paisaje y las bodegas del municipio. En estas páginas, Andrés Rodríguez, gran conocedor del entorno natural de la Serranía, nos invita a conjugar senderismo y enoturismo a través de trece recorridos que nos conducen a una docena de bodegas del entorno de Ronda.