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En América Latina, la región más desigual del mundo, el fortalecimiento de la democracia obliga a combatir la pobreza y la desigualdad con políticas públicas redistributivas. Estas políticas requieren de gobiernos democráticos y también fuertes, capaces de enfrentar el poder de las oligarquías. No todos están de acuerdo con la idea de un gobierno fuerte y algunos sostienen que las políticas públicas deben idealmente formularse en la sociedad civil, con mínima intervención de los gobiernos, vistos como agencias de coordinación de los poderes sociales. Este libro argumenta a favor de una concepción de las políticas públicas coomprometida con la democracia. Si nuestras frágiles democracias aspiran a consolidarse, han de implementar políticas que promuevan la redistribución de la riqueza y el poder como base de ciudadanías fuertes y capaces de afirmar la democracia misma. Los profesores y estudiantes de políticas públicas, los funcionarios públicos y los ciudadanos interesados en el quehacer de sus gobiernos, encontrarán en este libro útiles elementos de juicio para situar y entender mejor el debate contemporáneo sobre la naturaleza, contenidos y alcances de las políticas públicas.