Este libro trata de las riquezas de los santuarios y templos antiguos, cómo se gestionaron esos recursos y bienes, por qué y cómo se acumularon los tesoros, y cuándo y por quiénes fueron expoliados. Un recorrido que empieza en Sumeria y finaliza en el Imperio romano, cuando las primeras comunidades cristianas utilizaron un sistema por entonces revolucionario de gestión de los bienes comunes.