La naturaleza es inspiración: el traje de lunares de un guepardo, la chaqueta rayada de una cebra, la cola anillada de un lémur, los hexágonos de un panal… El ser humano se ha inspirado en las formas que presentan las plantas y los animales para crear objetos cotidianos, como la rueda, e innumerables obras de arte.
También las matemáticas se han aliado con la naturaleza: la esfera, el óvalo, la línea, la espiral o la estrella no son solo formas geométricas decorativas en el profuso e intrincado lienzo de un ecosistema natural, sino consecuencia de una larga evolución que posibilita a los seres vivos adaptarse al medio y sobrevivir. Estas formas les permiten camuflarse, mejorar su aerodinamismo o defenderse de sus enemigos. Así nos lo cuenta este libro, que, a través de la poesía de Grundmann y las ilustraciones de Guiraud, de un realismo estilizado, constituye una obra única, mezcla de ficción y conocimiento, que invita a la observación, la fantasía y la creación.
Un libro en el que se funden geometría, naturaleza y arte.