El ser humano, encerrado en la superficie terrestre, ha vuelto a menudo su mirada al cielo, en busca de una promesa de felicidad. Pero ya antes la vida había generado millones de seres capaces de burlar la gravedad; seres que a su vez fueron el modelo tanto de los esfuerzos prácticos por dominar el vuelo como de la invención de dioses y demonios alados. Aquí están el celebérrimo cuervo de Poe, el ruiseñor de Keats o el olímpico cisne de nieve de Darío: todo un muestrario de textos e imágenes de viajeros, poetas, mitógrafos y científicos en torno a seres dotados de alas que han modelado los sueños de las civilizaciones. Polizontes del Arca de Noé, Daniel Samoilovich y Eduardo Stupía escaparon con un aluvión de textos de la literatura y el arte universales (fragmentos narrativos y ensayísticos, citas, dibujos, cuadrod y poemas): un maravilloso bestiario de retratos alados.