Revela el uso de la percepción directa en la comprensión de la naturaleza, las plantas medicinales, y la sanación de las enfermedades humanas
• Explora las técnicas utilizadas por los pueblos aborígenes y occidentales para aprender directamente de las propias plantas, incluidas las técnicas de Henry David Thoreau, Goethe, y Masanobu Fukuoka, autor de The One Straw Revolution [La revolución de una brizna de paja]
La humanidad no puede sobrevivir sin las propiedades nutricionales y medicinales de las plantas. Se ha calculado que el número de especies vegetales que hay en nuestro planeta oscila alrededor de 400.000, y muchas de estas especies son aún desconocidas para la humanidad. Si bien los botanistas occidentales sólo han identificado y clasificado una pequeña fracción de ese total, se puede afirmar con seguridad que muchas de las plantas desconocidas en Occidente son conocidas para los pueblos aborígenes que viven en los entornos naturales de esas plantas.
Todos los pueblos antiguos y aborígenes afirman que sus conocimientos sobre remedios botánicos provienen de las propias plantas y no de la experimentación a través de pruebas y errores. Un dato menos conocido es que estas enseñanzas sobre las plantas constituyen la base de muchos de los descubrimientos modernos tanto en la medicina como en la alimentación de origen vegetal.
En todas partes del mundo existe la tradición de la percepción directa de la naturaleza a través de la “inteligencia del corazón”. Los descubrimientos recientes de la neurociencia han demostrado que más del 50 por ciento del corazón está compuesto por células neurales. En realidad, el corazón es un cerebro por derecho propio. La percepción centrada en el corazón puede ser excepcionalmente precisa y detallada en lo que respecta a su potencial de recopilación de información, como afirman los pueblos antiguos y aborígenes.
Stephen Harrod Buhner explora minuciosamente esta modalidad de percepción centrada en el corazón. Incluye información de vanguardia sobre los mecanismos físicos de la cognición basada en el corazón y explora las obras de muchos autores extraordinarios que percibieron el mundo con el corazón, como Henry David Thoreau; Luther Burbank, quien cultivó la mayoría de las plantas alimenticias que ahora consumimos sin pensar en su procedencia; George Washington Carver; Masanobu Fukuoka, y el gran poeta y científico alemán Goethe, que estudió la metamorfosis de las plantas. Buhner nos muestra cómo estos grandes pensadores adquirieron una percepción directa de la naturaleza mediante el uso de las capacidades cognitivas del corazón. El autor proporciona el conocimiento y las técnicas necesarios para desarrollar la percepción basada en el corazón, que es nuestro derecho de nacimiento. Nos enseña a ir descubriendo directamente de las propias plantas los usos medicinales de cada una de ellas y a comprender el proceso de creación de alma que se engendra mediante esa profunda conexión con el mundo.