descripción

Este no es un libro sobre lance, es un libro de pesca en el que el lance es el gran protagonista. Lanzar para pescar no es lanzar en competición o hacerlo con bajos gruesos y moscas simuladas con lana roja sobre el césped, entre ellos hay mucha similitud, pero también algunas diferencias por las que muchos pescadores no quieren pasar. La idea del libro no es hacer un estudio tan en profundidad del lance como para convertirlo en nuestra religión, tratamos simplemente de ayudar al pescador que quiere aprender o mejorar sin tener que presentar una tesis doctoral sobre el tema. Mucho se ha escrito últimamente sobre el lance, y seguro que se pueden encontrar tratados de mayor envergadura que le este, pero nunca, hasta ahora, con el texto como guía de las imágenes en movimiento. Hace unos años cuando el lance no tenía tantos seguidores en nuestro país, me invitaron a escribir un libro sobre el tema; la idea me gustó, pero los medios técnicos que entonces tenía a mi disposición para transmitir mis conocimientos, no cumplían los objetivos que, semana tras semana desde hace veinticinco años, observo en mi escuela. Lanzar sin imágenes ni movimientos da pie a interpretaciones muy variadas. El lance práctico en la pesca a mosca, quiere ir más allá y en él pueden consultarse lances de cierta complejidad, técnicas para pescar en largo, saber mover grandes ninfas, etc. Pretendo que sea un libro que despierte la curiosidad por el lance y le haga llegar a usted un poco más lejos con el mínimo esfuerzo y un bucle más estrecho. Notará que el texto y las imágenes del video, se complementan, ya que la lectura, siempre dificil cuando se describe un movimiento, se entiende perfectamente cuando se ven las imágenes, y estoy seguro de que esas imágenes sin el libro no le dirán nada. El video no será práctico sin el libro. Y todo ha sido un arduo trabajo para que el alumno pueda comprender la explicación escrita y aprender de la práctica vista. Si lo consigo, habré alcanzado una meta muy dificil, porque como maestro de lance considero el mayor deleite para mí, que el aprendiz salga siempre satisfecho.