Cádiz, entre 1810 y 1812, fue una ciudad sitiada y bombardeada, el último reducto sin rendir a la ambición de Napoleón Bonaparte. Valientes gaditanas, soldados y marquesas, periodistas, cirujanos, aventureros, criados, poetas, embajadores, clérigos; agentes secretos, diputados liberales y serviles, mariscales, funcionarios y comerciantes, recorren en un torbellino apasionado de vida y muerte, las calles, tertulias, casas y tabernas de una ciudad que no duerme y que será recordad durante mucho tiempo como la isla de los sueños. Estos relatos y aventuras en una ciudad situada ponen el acento en las mujeres y los hombres de aquel tiempo, con sus anhelos y miserias, ideales y sueños.