Lo que otorga un cierto parentesco a estos pequeños ensayos es la necesidad que los autores muestran a través de ellos, de alimentar su trabajo de arquitectos y proyectistas a partir de reflexiones que provengan de campos del conocimiento más amplios que los de la estricta disciplina arquitectónica. La incursión es bien distinta de la excursión. Esta última puede entenderse como sinónimo de vacación, de indolencia o deriva, mientras que la incursión, por su parte, demanda exactitud, cálculo, precisión, es decir, una determinación hacia la acción que nada tiene que ver con la tonalidad bucólica y evasiva que la palabra excursión suscita.