La doma vaquera se creó en Andalucía para manejar unos toros que se arrancan sin saber por qué, de difícil manejo, que necesitan la doma de un caballo revuelto. Juan Llamas ha tenido la feliz idea de escribir este libro de 26 capítulos, para que los jinetes la puedan presentar cada día mejor, con la autenticidad que se emplea en el campo, con el galope impulsivo, son las piruetas, la vuelta, la media vuelta, el apoyo en el galope, siempre galope, siempre impulsión, con sus arreones, su temple y, como no, su parada inmóvil y presto para volver a salir, su maravilloso paso que mueve el mosquero de oreja a oreja, su vuelta sobre las piernas. (Extracto del prólogo)
Prólogo de Alvaro Domecq Romero