«Hay personas que se empeñan en cruzar la vida por senderos hostiles, destruyendo y restando. Hay quien se esfuerza en cruzarla por la senda de la bondad, aportando y construyendo. Otras veces es la fortuna ingrata quien nos empuja por senderos de enfermedad y sufrimiento. En muchos casos la senda viene impuesta por la acción ajena, en ocasiones cruel, humana otras» [Del Prólogo].