La caza racional no es sólo la penúltima paradoja, ni la expresión de un logro sino la confesión de una limitación, la de no tener solución al acertijo. En cierto sentido es la preocupación gnóstica de creer en la idea de que todo lo creado puede y debe conocerse a través del conocimiento, la razón, la especulación. Y que queda absolutamente expuesta en la cita que abre estas páginas de aquel pensador, tres veces grande, en la que la conmoción ante la imagen reflejada es el ánimo para entender. (Creer, pensar, juzgar, haber sentido, y más: Dárselo): La cacería. El cazador. La salvajina. La caza clamorosa. La rehala. Epílogo. Guía de razones.