Repasando estos ya vetustos artículos de prensa he llegado a comprender por qué decidí ser un día crítico de flamenco: Porque sentí la imperiosa necesidad de opinar públicamente sobre un arte que me cambió radicalmente la vida. Y de hacer algo por él...
A Palo Seco. Veinte años de crítica flamenca es, en esencia, la muestra de cómo un periodista, hecho a sí mismo, es capaz de transmitir a sus lectores el amor y el conocimiento que derrochan quienes bebieron de fuentes flamencas desde la misma cuna.