Ahora que se habla tanto de la protección y bienestar de los animales se lee, en las numerosas órdens de operaciones que cursaba el Estado Mayor, las claras instrucciones que se daban para manterner la higienes y la salud de los équidos, además de atender las necesidades fisiológicas de los caballos. Numerosas fueron las órdens e instrucciones qeu debieron cumplimentar los oficiales veterinarios y los maestros herradores-forjadores para que los semovientes estuviesen siempre operativos y, de paso, evitasen la aparición de brotes epidémicos y parasitarios, realizando una verdadera política del mantenimiento de la salud pública. No tuvo nada de extraño que tras la finalización de la guerra mundial la veterinaria militar española emulase el tipo de organización de la veterinaria alemana, trasladando a los reglamentos de campaña su organización.