En sus manos sostiene el fruto de años de trabajo de campo y de investigación escudriñando diferentes rincones de la dehesa, ese ecosistema único y muy nuestro, fruto de la convivencia del ser humano y el bosque mediterráneo en la Península Ibérica durante generaciones. Un compendio de rastros, indicios todos ellos de la presencia y la actividad de la fauna mediterránea, desde la más grande y conocida a la más diminuta y discreta, que nos permite ser testigos de la biodiversidad que atesora la dehesa.
Más de 400 páginas y cerca de 1.400 fotografías que muestran mamíferos, aves, reptiles, anfibios e invertebrados a través de sus huellas, excrementos, indicios de alimentación, de depredación, egagrópilas, madrigueras y refugios, nidos y puestas, posaderos, carriles, sendas y pasos, señales de aseo, de descanso, señales territoriales y restos corporales.
Una visión diferente de la dehesa a través del rastreo, un paseo en silencio que nos permite captar de una forma única cada detalle de la vida que alberga.