Mostrando 1 a 10 de 130
Manuel B. Mialdea nos cuenta las anécdotas, historias y curiosidades de su carrera montera a lo largo de cuarenta largos años escudriñado en el puesto. El autor vino al mundo en esa bonita ciudad andaluza que es Córdoba, cuna de grandes monteros, un 26 de febrero de 1.958; y como a él mismo le gusta decir, "le nacieron los dientes tirando balas". Comenzó a montear a la temprana edad de 6 años, acompañando a sus tíos Benito y Andrés, cobrando su primera res en "Santa María de Taqueros" un 14 de Enero de 1973. Desde entonces, la montería, entendida desde los viejos cánones, ha sido -salvando, por supuesto, la familia y el trabajo - su razón de vida. No en vano ha dedicado los últimos 47 años a esta gozosa actividad cinegética. En la actualidad compagina su trabajo como colaborador habitual de la revista Trofeo con sus obligaciones como Juez Homologador de Trofeos de Caza por la Comisión Andaluza de la JNHTC bajo baremos C.I.C.
En 1930, cuando trabajaba en la revista Documents, Michel Leiris, surrealista disidente, recibió de su colega el etnógrafo Marcel Griaule la invitación de unirse al equipo que estaba formando para realizar un viaje de casi dos años a través del África negra, lo que se dio en llamar la misión Dakar-Yibuti (1931-1933). Fue una de las primeras investigaciones de campo de la etnología francesa, y en ese sentido, contribuyó decididamente a constituir esta disciplina. La expedición cruzó el continente africano desde el Atlántico hasta el Mar Rojo, a lo largo del borde inferior del Sahara. En ella participaron un total de diez investigadores especializados en campos de estudios diferentes. Michel Leiris se ocupó de la clasificación de los documentos recogidos por la misión así como de la realización de investigaciones etnográficas. El África fantasmal lo convirtió asimismo en historiógrafo de la expedición, el cual, en lugar de entregarse al pintoresquismo del clásico relato de viajes, optó por llevar escrupulosamente un cuaderno de campo. Sin embargo, el cuaderno de Michel Leiris derivó rápidamente en un «diario íntimo». Fue justo esa deriva la que puso en tela de juicio la pretendida «objetividad científica» de la antropología; punto de vista que se extremó en posteriores escritos del autor. De hecho, Leiris es de los primeros, si no el primero, en desligar la antropología como disciplina del concepto de «primitivismo». La misión contribuyó a la creación del Musé de LHomme en 1937, donde Leiris trabajaría como etnógrafo hasta 1971. Reveló también la atracción generalizada por el exotismo y por el arte africano, por «lo negro», muy propia de la época: el boxeador Panamá Al-Brown participó en una gala benéfica en París para recaudar fondos para la misión. Para la presentación, en el museo del Trocadero, del material que se iba a utilizar en la expedición se contó con la presencia de Josephine Baker. Griaule mantuvo abierta una oferta, que no llegaría a cuajar, a Luis Buñuel para el rodaje de un documental sobre la misma. Y la revista Minotaure informó del desarrollo de la expedición y le dedicó, en 1933, un número monográfico.
Según el autor: "Esta obra está compuesta por las detalladas descripciones de mis expediciones en busca de esos animales raros, o por lo menos de algunos que yo considero como tales, acompañadas de comentarios y observaciones adicionales, amén de la reseña de una correría un tanto especial, escritas unas y otras con muchísima mayor minuciosidad y detalle que las crónicas a las que antes hice referencia". Contenido: Justificación. La República Centroafricana y el eland de Derby. Etiopía y el nyala de montaña. El territorio zande y el mítico bongo. El Sudán conflictivo y los cazadores cazados. Epílogo.
"Domingo acuña en su persona las virtudes y conocimientos necesarios para formar parte de esa éilte de esperistas que conocen el todo, sin que ello signifique que cada día que salen al campo aprendan algo nuevo. Varias décadas saliendo al campo sin descanso le han valido para descifrar el lenguaje de signos que los jabalíes dejan en el campo, para diseñar estrategias en unos paisajes que siempre son distintos, para soñar despierto con el posible final del desafío. Gracias a que ha decidido compartir sus experiencias con el resto de cazadores hemos podido disfrutar de una pequeña parte de sus experiencias condensadas en un puñado de amenas historias acaecidas en los montes extremeños, para que el resto de cazadores podamos hurtarle, con nuestros pensamientos, el puesto que ocupó aquella noche en la que, tras varios intentos, el jabalí, por fin, entró".
La caza saca a flor de piel lo más profundo y veraz de quien la practica. Emociones atávicas y épicas difícilmente comparables ¿Quién no siente un pellizco de excitación ante un cerro apretado hormigueado de perros blancos? Al recorrer veloces las veredas, parecen puntadas caprichosas de hilo blanco sobre paño verde. Bordado que preludia la mayor de las emociones, la del lance. ¿A quién no se le corta la respiración y se le tornan los sentidos cuasi animales, cuando en la soledad de la madrugada en el aportadero, sin más luz que la de la luna, se oye el crujir de la hojarasca y el bufido desconfiado de un marareno que se acerca al panizo?. Desde el más purista e ilustre montero hasta el aficionado más neófito y con la peor de las punterías disfrutarán con este libro, donde encontrarán el reflejo de vivencias, enseñanzas y "sentires" propios del apasionante y noble mundo de la caza. En "Aguardos y recechos" cada uno tiene su lugar, porque al final la sierra pone a cada cual en su sitio.
Pocos lugares de Europa pueden compararse en cuanto a riqueza y diversidad con los mundos mágicos del bosque mediterráneo español. Doñana con sus marismas, con sus cotos; Cazorla con sus agrestes serranías; Monfragüe con sus umbriazos profundos, sus portillas y boquerones; la Sierra Morena con sus manchas y angosturas; el Guadarrama con sus pinares milenarios... Andanzas por la España agreste es un viaje, muchos viajes, guiados por la pasión y el conocimiento profundo de esos ecosistemas. Un periplo en el que las criaturas salvajes -la mirada acerada del águila imperial, el vuelo de la cigüeña negra en las primaveras teñidas de colores, el bramido del ciervo o el trompeteo de las grullas cuando las primeras chubascadas otoñizas preñan el monte de aromas y orean las hojuelas de las encinas- son los grandes protagonistas. Un viaje también vital, personal, en el que el autor va desenredando las claves de esos parajes al calor de sus experiencias, de sus anhelos, desde que era un niño que paseaba por las campiñas madrileñas en compañía de sus perros a la rebusca del vuelo recio, zureante de la perdiz roja o el gazapeo entre las coscojas de los conejos.
Completa este segundo tomo, la primera obra publicada por el autor sobre sus safaris en Angola. Añade a los interesantes relatos de las cacerías, la descripción de las expediciones españolas qe visitaron aquellas tierras en la primera mitad del siglo XIX, sus consejos personales y la descripción de los aspectos técnicos de la caza y el tiro. Con la próxima publicación de la obra "Sendas incógnitas" en dos tomos culminaremos esta reedición de las obras completas de José Fénykövi.
Para todos aquellos que no pudieron vivir en su momento aventuras sin cuento se ha escrito esta novela repleta de acción trepidante en las postrimerías del siglo XIX. En ella los personajes son de carne y hueso, vapuleados por un incierto destino que los lleva a cruzar océanos enfrentándose a piratas y a la furia de las aguas. Un error en la navegación los arrojará a las costas africanas, desde donde penetrarán en el interior del continente para encontrarse con animales peligrosos, tribus salvajes y desalmados guerreros. Todo cuanto acontece en esta novela de aventuras ha nacido de la imaginación del autor y cualquier parecido con personas o hechos reales es directa consecuencia de su voluntad de disfrutar escribiéndolo y llegar al lector con la narración de aquellas historias que todos hubiéramos deseado arrostrar en nuestra ya lejana juventud.
AVES DESDE UN CASTILLO EN EL SUR DE ESPAÑA es una afortunada peripecia en la que han confluido muchos destinos. Lo es, en primer lugar, porque debió publicarse hace setenta y cinco años. En segunda instancia, porque la investigación que, de momento, culmina con su publicación es resultado de lo que definimos como una paradoja de la amistad. Este extraordinario testimonio ornitológico, escrito entre 1940 y 1944 por el pintor William Hutton Riddell (1880-1946) e inédito hasta ahora, desciende desde la peña de Arcos, se extiende por la campiña, las salinas de Chiclana, la laguna de la Janda, las sierras de Cádiz y Ronda, Gibraltar… y, por supuesto, se adentra en las marismas de la más mítica Doñana.
Riddell es el eslabón perdido de la Historia Natural en la provincia de Cádiz... o, lo que es lo mismo, del nacimiento de la ornitología como pasión y ciencia en sur de España. Es quien une a Abel Chapman y a Walter J. Buck —los autores de las celebérrimas La España agreste (1893) y La España inexplorada (1910)— con Mauricio González-Gordon Díez. Es decir, Riddell tiene la llave que abre el momento expansivo de la conservación de la naturaleza en España entre 1950 y 1970, con el paradigma que sería la creación hace ahora cincuenta años del Parque Nacional de Doñana. Es sin duda, también, nuestro primer exponente del Wildlife Art y uno de los últimos cazadores naturalistas. Aquí recogemos, por tanto, su legado perdido y afortunadamente recuperado. Un libro sui géneris repleto de ironía, de crítica y de sabiduría ornitológica.
El artista inglés, que durante dos décadas vivió en el África oriental británica —en Kenia—, se casó en 1928 con doña Violeta Buck en el castillo de Arcos, «mi casa en España», como afirma en este manuscrito, hallado entre el legado que conserva la familia Mora-Figueroa en la fortaleza arcense. El matrimonio residió también durante los veranos en «Villa Violeta», en la playa de La Barrosa, junto a las marismas de Sancti Petri, en esa «gran Doñana» que formaban todos los humedales del Golfo de Cádiz.
A finales de 1945, apenas un año antes de su fallecimiento, escribió Patos y gansos en España, el primer texto de promoción del turismo ornitológico y cinegético, traducido en esta misma edición, que cuenta, además, con prólogo del Marqués de Tamarón y un testimonio inédito de Mauricio González-Gordon Díez. Incorpora asimismo una muestra de su extraordinaria obra pictórica.
Libro que narra las andazas de "Picolao", el cual se dedica a proteger a todos los ánsares de los furtivos y otros enemigos.