Desde cuentos hiperbreves, en la más pura línea monterrossiana, hasta elementos más extensos, que se sitúan estrechamente relacionados con la propia dinámica de la narración y su desarrollo, la presente selección de relatos elige el camino de las historias condensadas para transmitir un mensaje inequívoco: mostrar el mundo real o ficticio a través de ráfagas hábiles, directas y precisas. El juego narrativo se convierte, en muchas ocasiones, en un viaje hacia la contemplación o el asombro, tratado con lenguaje lírico, críptico o irónico, captando secuencias del pasado reciente, una obra sobre la conciencia personal y colectiva, herencia de una España de charanga y pandereta. Al mismo tiempo, utiliza la herramienta de la escritura como forma indagadora del lenguaje, para explorar todos los laberintos que atraviesa la creación literaria, en un universo poblado de pequeños espacios, donde también cabe la introspección y las vivencias cotidianas, ese caracol del lenguaje, del que hablaba Cortázar, hasta desembocar en un constante círculo de vasos comunicantes que conducen a la reflexión.