El arroyo es un relato inclasificable a medio camino entre la ciencia y la poesía. En él su autor nos muestra el ciclo de las aguas acompañando el curso de un río imaginario desde su nacimiento en la fuente hasta su desembocadura en el mar.
El texto, dividido en capítulos cortos, da cuenta sucesivamente de los cambios de configuración que va sufriendo el arroyo al tiempo que ofrece permanentes consideraciones sobre el papel que ocupa el hombre en la naturaleza; todo ello con un lenguaje sencillo que sabe alternar los detalles científicos con las metáforas y las bellas imágenes. De las obras del geógrafo Élisée Reclus, extraordinariamente populares en la España de los años 30, se sirvió Julio Verne para situar la acción de sus novelas.
Eloar Guazzelli, brasileño del estado de Rio Grande do Sul, ha dibujado un río de papel verdaderamente grande, de 45 metros de largo, que atraviesa, ora remansado ora vertiginoso, las más de 150 páginas de este libro.
La historia de un arroyo, hasta la del más pequeño que nace y se pierde entre el musgo, es la historia del infinito.(...)
Toda nuestra imaginación no basta para abarcar en su conjunto el circuito de la gota y por eso nos limitamos a seguirla en su curso y su caída, desde su aparición en la fuente hasta que se mezcla con el agua del caudaloso río y el océano inmenso.
(E. Reclus)