Los orígenes de la publicidad impresa están ligados directamente a los carteles. Y dentro de estos, junto a los relativos a productos de consumo habitual, en las últimas décadas del siglo XIX y la primera mitad del XX eran habituales los carteles publicitarios dirigidos al sector agrario, en su mayoría para ofrecer bienes de producción agrícolas y ganaderos, o servicios de todo tipo: financieros, de seguros, etc. Así se fue generando un amplio fondo cartelístico, específico y peculiar, que ahora se recupera gracias al trabajo de recopilación y divulgación de los amantes del arte del cartel, que son muchos y muy apasionados. Entre ellos, destaca el profesor Carlos Velasco, que ha conseguido reunir más de 4.500 carteles publicitarios (de motivos agrarios y otros temas); una muestra de los cuales se reúnen en este libro.