La necesidad de nuevas fuentes de suministro de madera de calidad para tonelería, con el fin de conservar las actuales zonas suministradoras y buscar nuevas y más rentables aplicaciones a nuestras zonas forestales, ha conducido a contemplar la utilización del roble español como alternativa al francés y americano, de uso habitual en enología. De las cuatro especies estudiadas, las maderas de Quercus robur, Q. petraea y Q. pyrenaica son las que han presentado mejores características. Su composición química (polifenoles, taninos y volátiles de interés enológico) ha resultado similar a la mostrada por las mismas especies de origen francés. Sus propiedades estructurales (malla, grano, densidad y permeabilidad) son idóneas para su uso enológico.