José M. Palacio Bover vuelve a sorprendernos con esta documentada obra en la que, además de ofrecer una radiografía histórica de la plaza de toros, rescata el pulso de una ciudad, de una época, retratada a partir de la mirada infantil con un dominio eficaz del género costumbrista como transición entre el artículo de costumbres y el cuento literario. Así, la palabra de Palacio Bover nos aproxima a la plaza Jovellar, se asoma a El Safareig, y, sobretodo, conduce al lector por el interior de una obra coral que sitúa nuevamente a personajes entrañables de Vinaròs en la primera línea del recuerdo.