No se trata solamente de una guía al uso, sino un ensayo histórico, un libro de viajes, un recorrido mitológico, una disputa toponímica... En suma, un itinerario ameno y erudito por los caminos de Ruy Díaz, el Cid Campeador. Dividido en dos partes (La Ruta del Destierro y La Ruta de Corpes), los itinerarios que más se detallan son los caminos para peatones: caminantes locales, arrieros, molineros, funcionarios, traficantes, soldados, buhoneros o peregrinos de entonces; historiadores, curiosos, senderistas o deportistas de nuestros días.