Nada más gratificante, saludable y mediterráneo que un buen refresco, una ración de aceitunas y un cubilete de palillos para ensartarlas. Con semejante equipaje podemos arrellanarnos en nuestro sillón de terraza y dejar transcurrir el tiempo, o emprender excitantes viajes hacia lugares insospechados mientras nuestra mente intenta resolver los misterios que encierran los pequeños actos cotidianos. Palillos, aceitunas y refrescos matemáticos te ofrece todo un mundo en clave matemática que te hará vivir y vibrar a través de la magia de las ideas y los números. Los autores, auténticos expertos, han recopilado y creado un sinfín de pequeñas aventuras llenas de sabrosas enseñanzas de las que podrás disfrutar sin más armas que un bote de aceitunas y una caja de simples mondadientes de madera. Con ellos podrás enfrentarte a la esfinge, maravillarte ante las ciudades perdidas del desierto, compartir inquietudes con Bertrand Russell... y luego comerte tranquilamente los enigmas con la satisfacción de haber descubierto que las matemáticas también forman parte del sabor de la vida.