El objetivo que persigue Kepler en este libro es hacer una reflexión sobre la geometría de los cristales de nieve. En 1622 el propio autor se refiere a esta obra calificándola de "divertimento de historia natural". Y si bien es así en su aspecto formal, en cuanto a la expresión y redacción, no es menos cierto que en este texto subyace una búsqueda, que ha había llevado a cabo Kepler en la macroescala astronómica: las leyes que sustentan el Sistema Solar, y que ahora rastrea en la microescala de otros campos de la Naturaleza, como la forma de los minerales cristalizados, en las celdillas de los paneles de abejas, en los granes de las granadas o las gotas de agua. Y atrata de fundamentar la necesidad de las formas presentes, como resultado de la acción de una inteligencia activa formadora. La publicación original del libro tuvo lugar en Frankfurt del Main (Alemania), escrito en latín, a finales de 1611. Después de cuatro siglos, se traduce por primera vez del latín al español gracias al excelente trabajo del Dr. D. Vidal González Sánchez, siendo por fin accesible a más de 480 millones de hispanohablantes en todo el mundo.