En esta novela nos encontramos de nuevo con Cástor y su inseparable amigo Pepón, donde los dejamos en la anterior, "Las aventuras africanas de Cástor Albar Encinares", pero ahora ya son hombres hechos y derechos que quieren ser dueños de su destino y luchan contra todo y contra todos para conseguir sus objetivos. El amor llega a ellos, inevitablemente, y se marcha como el viento de primavera, En una secuencia interminable de avatares, el lector acompañará a los personajes, como si fuera alguno de ellos, por las más profundas selvas y las amplias sabanas en busca de una quimera que siempre ha obsesionado a los aventureros, encontrar el cementerio de los elefantes: La montaña de marfil.