Este libro nos reconcilia con el error. En sus páginas, el autor analiza la ingeniería como tentativa humana, y por consiguiente, susceptible de fracasar. Petroski relaciona el fallo con el intento de superar los límites de los conocido; no falla el que repite sino el que innova, el que arriesga. Sin embargo, también demuestra que construir más allá de los probado y emplear materiales nunca utilizados antes no tiene por qué conducir necesariamente al fracaso. A lo largo del libro se analizan algunos de los fallos más relevantes en la historia de la ingeniería, como el derrumbe de las pasarelas del hotel Hyatt de Kansas City, el Puente Tacoma Narrows o los accidentes del DC 10 ó el Comet...