Las fuerzas acorazadas del Ejército Rojo adquirieron experiencia en los años 30 durante la Guerra Civil Española, en las guerras fronterizas con Japón y en su enfrentamiento con polacos y finlandeses, pero ni dicha experiencia, ni la preparación de sus hombres, ni el material disponible fueron suficientes para frenar la invasión alemana en el verano de 1941...