Es verdad que el acierto tanto de jinetes, jueves y público hicieron que la IV edición de esta disciplina la elevara a categoría nacional. La Alta Escuela Española va imparable, todos los aficionados a nuestro caballo español y consanguíneos, así como al arte de interpretar la equitación estamos convencidos de que ésta, nuestra auténtica Doma Clásica, irrumpe con fuerza solventando una demanda existente tanto de ganaderos como de jinetes. Ya era hora que bajo unas tablas de ejercicios comunes para la competición, la Alta Escuela Española, recupere para sí y el mundo entero el lugar que siempre debió tener. Los medallistas de este concurso fueron: Francisco Javier Ruiz (oro), Salvador Sánchez (plata) y José Rodríguez (bronce).