Bosquera debe existir. Esa es la primera afirmación que encierra la historia que ocupa estas páginas. Bosquera es un espacio de encuentro entre un personaje enigmático de nombre Martín Castro –barcelonés de principios del XX, aficionado a la literatura y el arte, a la botánica, ornitólogo a ratos, y al que podríamos apelar como el waldense de Espadán– y Juanma Pérez (Priego de Córdoba, 1970), licenciado en Bellas Artes por la UPV, especialista en Conservación y Restauración de Obras de Arte, que en sus últimos proyectos rompe las barreras de las disciplinas artísticas, coqueteando con la literatura y el ready-made, generando un discurso creativo fragmentado pero único y singular. Bosquera está en los mapas, está en los dibujos, fotografías, escritos y objetos de Martín Castro, está en la piel de los alcornoques y de las gentes de un valle perdido del interior de Castellón; un hallazgo artístico, antropológico y literario desvelado en pleno siglo XXI, que se presenta aquí contextualizado, con el redescubrimiento gráfico que nos regala Juanma Pérez y acompañado de las reflexiones de destacados ensayistas.