El libro de Toño y Jose, los perfectos anfitriones. Gastronomía, arquitectura y enología. Estos tres pilares fundamentales de Atrio son el eje central del libro de 272 páginas en el que Ferran Adrià, Rafael Moneo y Telmo Rodríguez descifran qué es Atrio y su trascendencia.
Además, el libro cuenta con las 40 platos icónicoas de Atrio.!Sobre AtrioAtrio es ante todo un lugar de encuentros imprevisibles. Es la ciudad de Cáceres y en ella el sueño de Jose y Toño, sus autores. Y es la coincidencia en la búsqueda de las condiciones óptimas para disfrutar de los atractivos que ofrecen las relaciones entre un espacio urbano histórico y los ámbitos privados del hotel. Es también el afectuoso concierto de una larga vida en común ante un proyecto consecuente de compromiso profesional. Y, llegado este momento, es la feliz armonía con otros dos hacedores de sueños: los arquitectos Emilio Tuñón Álvarez y Luis Moreno Mansilla. El espacio central de una casa como lugar de relación es algo más que una secuencia del tránsito desde lo íntimo a lo compartido. En Atrio este lugar de referencia es, sobre todo, la representación espacial de nuestra experiencia. Si el deseo de recibir bien es el fundamento que propicia la actitud para disfrutar, como lo es el deseo nunca satisfecho, si el juego de manifestaciones sensoriales en la práctica gastronómica tiene detrás la constante aspiración de excelencia que caracteriza al equipo de Atrio, el placer de habitarlo es la mejor prueba de su singularidad.
El enclave justo forma parte de una escenografía de la memoria del pasado y las secuencias lentas de aproximación al volumen del edificio muestran un desarrollo canónico, sencillo y unitario, siempre armónico con el entorno próximo. El interior se abre a espacios coordinados con exquisita naturalidad doméstica. El tiempo, al transcurrir, ofrece la capacidad de ejercitar la mirada desde juegos de luces cambiantes con reflejos, asimetrías y transparencias, con materiales, texturas y colores, orientados hacia perspectivas reales o ilusorias, ambientando el confort y dilatando la visión desde la proximidad más íntima hasta paisajes distantes desde un clima sereno. Conmovedora y suntuosa en su contemplación espacial, la bodega de Atrio lo es todavía más desde el punto de vista vinícola. Empieza por su gran selección de champagnes, con 44 bodegas, de las cuales 28 son de pequeños propietarios que elaboran únicamente con sus propios viñedos. Esta es una de las claves de esta bodega donde conviven en admirable relación las grandes marcas conocidas y respetadas en todo el mundo con los más pequeños viticultores, propietarios de poco más de una hectárea y capaces de enseñarnos en cada botella el lugar donde nacen las uvas.