¿Os imagináis que un día de estos, alguien le pega cuatro tiros a mariano? ¿Por qué en algún momento de la Historia personas sensatas e instruidas pensaron que acabando con un Presidente de Gobierno podrían acabar con una situación? Hoy día no tendría sentido. En este libro el autor procura permanecer en terreno imparcial y equilibrado, pero descubre que no puede haber objetividad cuando la máxima violencia la ejerce el Estado. En el plano meramente filosófico han sido muchos los pensadores que han escrito sobre la intimidación y el terror que el Estado ejerce, a través de sus diferentes brazos, armados o no, sobre los ciudadanos.