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¿Sabías que el pelaje del osopolar no es blanco?¿Y que el mamífero másdormilón es el koala?
Estas y muchas más cosaste sorprenderán en este entretenido libro.
¡Ábrelo y asómbrate!
¿Por qué los elefantes entierran a sus muertos? ¿Por qué cantan los pájaros o por qué bailan las grullas? ¿Aprecian el arte los animales? ¿Distinguen la diferencia entre el bien y el mal? ¿Experimentan sobrecogimiento y asombro?... En esta nueva edición revisada de su célebre libro, Gary Kowalski combina historias conmovedoras con sólidos datos científicos para demostrar al hombre que las demás criaturas no son objetos insensibles desprovistos de sentimientos e intelecto, sino que también son seres pensantes que albergan sentimientos y tienen una vida espiritual interior.
Esta obra expone los conceptos básicos sobre los que se asienta el comportamiento de los caninos y felinos domésticos de compañía y explica las alteraciones que aparecen más frecuentemente en la clínica diaria. Es un libro que describe los principales signos de las alteraciones conductuales, su diagnóstico, pronóstico, tratamiento y prevención, e incluye imágenes de casos reales. Es una guía rápida y precisa que puede ser de gran utilidad para los veterinarios clínicos, ya que les ayudará a aconsejar a los nuevos propietarios de mascotas y les permitirá poder intervenir en la resolución de las alteraciones conductuales de sus pacientes de forma temprana.
Los delfines y los loros se llaman entre sí por su nombre; los perros de las praderas describen a los intrusos con todo lujo de detalles - incluidos su tamaño, forma, velocidad y el color de su cabello o de sus camisetas-; a los murciélagos les encanta chismear; en los cantos de algunos pájaros y en los patrones de la piel de los calamares encontramos estructuras gramaticales... Con un poco de suerte, algún día se toparán con un animal que quiera hablar con ustedes, o incluso que se tome el tiempo y el esfuerzo de conocerlos. Si eso ocurre, comprobarán lo mucho que este tipo de relaciones nos enseñan sobre el lenguaje y sobre nosotros mismos.
Cada vez son más los hallazgos científicos que demuestran que los animales tienen lenguajes ricos y complejos con reglas estructurales que les permiten diseñar estrategias, dar consejos, mostrarse amor e incluso cotillear. Animales habladores es una fascinante exploración filosófica (en compañía de autores como Aristóteles, Descartes, Wittgenstein y Heidegger) de las formas en que los animales se comunican entre sí y con nosotros, que revela su vida social secreta y sorprendente, cuestiona la jerarquía entre los humanos y el resto de criaturas y propone una nueva forma de entender el lenguaje.
Sorprendente libro que explora numerosos ejemplos de animales salvajes que buscan y consumen sustancias psicoactivas. Giorgio Samorini contradice la creencia de que el uso de la droga no es natural. Cabras cafeinómanas, renos micófilos, pájaros ebrios, hormigas adictas al néctar...
Descripción desde la etología y fisiología animal lo que supone el abandono y la entrada en un albergue, así como las posibilidades de adaptarse a una nueva familia. Experiencias de primera mano a través de casos reales de perros, gatos y animales de cuadra.
Durante siglos se ha creído que la cultura es estrictamente una hazaña humana. ¿Y si no es así?
Los genes no son el único factor que hace que nos convirtamos en quienes somos. La cultura también es una forma de herencia. La cultura almacena información importante, no en el acervo génico, sino en la mente. ¿Qué sería de las distintas especies y de los individuos que las componen si los mayores no transmitieran conocimientos y habilidades como dónde encontrar agua y alimento, en quién nos podemos apoyar y quién nos puede hacer daño, cómo se organiza nuestra comunidad, cómo comunicarnos a través de la palabra, del canto o de los gestos? ¿Cómo nos adoptaríamos a los cambios constantes de nuestro entorno si nadie nos transmitiera nada?
Carl Safina, como ya hizo en su anterior libro Mentes maravillosas, vuelve a fascinarnos y a expandir nuestra comprensión del mundo que nos rodea, esta vez a través de tres culturas de seres distintos de los humanos en algunos de los lugares salvajes que todavía quedan en la Tierra. Muestra cómo si eres un cachalote, una guacamaya roja o un chimpancé, también experimentas tu vida con la comprensión de que eres un individuo en una comunidad particular. Todos ellos pueden cuidar a sus crías, admirar la belleza o negociar la paz entre grupos y ser distintos de sus congéneres.
Al mostrar como otros seres enseñan y aprenden, y lo que ocurre constantemente más allá de la humanidad, Safina ofrece una visión privilegiada de la vida en nuestro planeta, y ayuda a responder a una de las preguntas más urgentes para los humanos: ¿con quién estamos en este mundo?
Se repasa de manera muy completa la contribución de la mujer al mundo de la primatología en los últimos cuarenta años. Reciben especial atención las discípulas del paleontólogo Louis Leakey: Jane Goodall (chimpancés), Dian Fossey (gorilas), Biruté Galdikas (orangutanes). También se refiere a investigadoras como Thelma Rowell, Jeanne Altmann y Sarah Hardy, o conservacionistas como Stella Brewer y Janis Carter.
Edward O. Wilson es el biólogo más importante e influyente de nuestro tiempo. Pero «Biofilia» no es un libro sobre biología. O no sólo. También son unas memorias heterodoxas, hiladas con apasionantes observaciones e inesperadas anécdotas. Así como una necesaria declaración de posiciones filosóficas y éticas en un mundo dominado por el vértigo de la extinción masiva de especies y el cambio climático. Wilson define la biofilia en estas páginas como «el impulso de asociación que sentimos hacia otras formas de vida». Y nos cuenta cómo los millones de años durante los cuales el Homo sapiens se relacionó de una manera tan estrecha con su entorno crearon una necesidad emocional profunda de estar en contacto íntimo y constante con el resto de los seres vivos, ya sean plantas o animales. La satisfacción de ese deseo vital, afirma Wilson, tiene la misma importancia para el ser humano que el hecho de entablar relaciones con otras personas. Al igual que nos sentimos bien al socializar, encontramos paz y refugio cuando caminamos por el bosque, nos acercamos al mar, contemplamos un muro devorado por las enredaderas o pasamos la tarde con nuestro perro. Wilson conecta hábilmente los hechos, la historia, la filosofía, la biología evolutiva y sus propias vivencias profesionales o cotidianas para demostrar la existencia de ese vínculo y la importancia fundamental de conservarlo. Y también nos propone diferentes formas para avivarlo, pues tanto nuestra existencia como la del resto de los seres vivos que nos acompañan en este planeta dependen en última instancia de la pervivencia de esta conexión ancestral.
Esta obra, a través del estudio de temas como la percepción, la representación, la memoria, el razonamiento, el lenguaje y la consciencia, nos lleva a sorprendernos ante el hecho de que procesos mentales tan generales como para ser compartidos por distintas especies, todavía se comprendan tan poco.