Magnífica lámina que describe la ciudad de Jerez y el interior de sus murallas en el año 1280. Se entrega retractilada y con una base en cartulina blanca lista para enmarcar.
"Año del Señor de 1280, reinando Alfonso, por la gracia de Dios rey de Castilla, de Toledo, de León, de Galicia, de Córdoba, de Murcia, de Jaén y del Algarbe"
En la segunda mitad del siglo XIII Jerez fue conquistada por los castellanos. La ciudad, sometida a su nuevo dueño, se alzó en rebelión la primavera del año 1264, pero la revuelta fue sofocada y el castigo fue el destierro de toda su población. Los nuevos habitantes, llegados de todos los rincones de la península ibérica y de países del extranjero, se repartieron las casas, los corrales, las bodegas, los baños, los hornos y las alhóndigas de la espléndida medina andalusí. Las mezquitas se transformaron en iglesias, y aunque era una urbe de frontera pretendida por nazaríes y benimerines, los frailes dominicos y franciscanos se establecieron fuera de la protección de sus muros, promoviendo más tarde la aparición de los arrabales históricos de la ciudad.