El origen de la vida plantea un problema aparentemente insoluble. Todas las formas de vida conocidas, a pesar de su enorme variabilidad, se basan en los mismos microcompuestos bioquímicos. Ahora bien, esos mircocomponentes que explican el funcionamiento de los seres vivos, son producitos exclusivamente por ellos, de manera que resta por explicar de dónde procedieron originalmente, de qué estaban hechos nuestros primeros antepasados. Este libro rechaza las teorías de los biólogos moleculares y propone una hipótesis sorprendente, se construye como una investigación policíaca al estilo de las novelas de Sherlock Holmes. Valiéndose de este recurso, el autor expone de una manera a la vez simple y estimulante el resultado de sus investigaciones prescindiendo de los aspectos técnicos.